Todos sabemos que China tiene un gran problema de contaminación ambiental, y además no cuenta con mucho espacio para plantar un bosque, y esta es la solución que han encontrado: se llaman "Nanjing Green Towers" y en el 2018 van a estar construidas. Los edificios son, a mi ver, preciosos, pero es que además van a contribuir para mejorar el ambiente. Me ahorro los datos, que además se pueden ver en el artículo, pero os digo que van a contribuir también a la biodiversidad. Por otro lado, este modelo se ha construido ya en Milán y Lausanne con éxito. En Milán las torres se usan con propósitos residenciales. Sin embargo, uno de los edificios de China se destinará a un hotel y a varias tiendas. Ya solo nos queda esperar al 2018 para verlos.
Donde yo vivo (Badajoz), esto no pasa mucho. Sin embargo, en el tiempo en el que viví en Lisboa, sí pasaba: las chicas o entrábamos gratis o pagábamos menos. Y hace unos meses la discoteca Vora, en Cáceres, también lo hizo, pero debido a la enorme cantidad de comentarios y críticas que recibieron, quitaron esa "promoción".
El motivo? Las chicas entramos gratis para que los chicos entren en manada a intentar ligar con nosotras, cosa que en la mayoría de los casos resulta en una discoteca llena de tíos intentando cazar a las pocas chicas que hay dentro. Y digo cazar porque es cierto: al no pagar nos volvemos solo un pedazo de carne, con el que los chicos (no todos) creen que pueden hacer lo que quieran ya que total, no hemos pagado y total, si estamos allí es por algo. Pero la segunda razón entra en todo un concepto que merece una entrada solamente para él.
Y, como bien el título dice, cuando no pagas el producto, es que el producto eres tú. La "promoción", por otro lado, es atractiva. A quién no le gusta algo gratis? El caso es la mentalidad que viene detrás: el entrar gratis para atraer a hombres, objetizándonos a las mujeres, tratándonos como pedazos de carne que solo sirven para atraer a hombres, vernos como humanos sin cerebro y pensamiento propio. Cada uno hará lo que quiera, pero yo lo tengo claro: no quiero ser objeto de nadie. Así que cuando veo un plan de estos, dejo de ir a esa discoteca o bar.
Por otro lado, en el caso de los hombres, es igual de indignante: primero, el tener que pagar solo por el simple hecho de tener pene. Segundo, el ser tratado como un humano que no aprecia a otros humanos por su inteligencia y personalidad, sino por sus cuerpos. Tercero, porque realmente quiero creer que la mayoría de los chicos que acuden a estos eventos solo quieren pasarlo bien con sus amigos en la discoteca de moda, y como no les dan opciones mejores o no conocen nada mejor, entran. Y cuarto, por el hecho de que todo esto perpetúa toda la mentalidad de machismo que desde hace tanto tiempo luchamos para eliminar.
Así que sí, cuando he visto la noticia de que por fin hay un mínimo cambio, que por fin se pueden multar estas conductas, me he alegrado, porque por fin, poquito a poquito, se nota que hay algo de evolución.
Él tiene 16 años y se prepara para el típico carnaval de Badajoz- botellón, disfraces, música, fiesta. Es un día normal y sale a las 12 de la noche de su casa para irse con sus amigos, que le esperan su portal. Va disfrazado de Joker, el disfraz del año, al igual que sus amigos. Media hora andando no parece mucho comparado con la fiesta que les espera. Y por el camino van hablando, de cosas normales: el instituto, las chicas, las cosas de moda...
Para cuando llegan al centro ya son las 12:30 y la gente se acumula en las calles como sardinas en lata. Entre el barullo consiguen sitio para todos al lado de los coches que ponen la música, entre varios grupos de gente, y empiezan a beber. A la 1:30 de la madrugada ya todos están borrachos y bailando, y tres de sus amigos coquetean y se hacen fotos con un grupo de chicas disfrazadas de princesas. Pero a él le entran ganas de hacer pis, y como ninguno de sus amigos lo quiere acompañar, él se aleja del grupo en busca de un sitio para aliviarse.
Camina por las calles, desorientado por el alcohol, cuando se choca con una chica. Se piden perdón por chocarse el uno con el otro, y empiezan a hablar. La chica tiene 19 años, estudia ya en la universidad y se ofrece para acompañarle, para que no vaya solo. A él la chica le gusta y él le dice que vale.
Al poco tiempo llegan a un sitio aislado, donde él ya puede hacer pis, pero antes de que vaya ella le besa. Y él la besa también. Pero ella quiere ir a más y él no quiere. Le pide que se pare, que no quiere, pero ella sigue. Entonces él empieza a gritar, a pedir ayuda, apenas puede moverse por el alcohol. Ella entra en pánico y pega su cabeza contra la pared, dejándolo inconsciente.
Cobra el sentido a las 4, sigue en el callejón pero acostado en el suelo, su bragueta abierta, todo su cuerpo dolorido, sobre todo la cabeza. Ha sido violado.
Se acerca a duras penas a la comisaría más cercana, con el intento de poner una denuncia. Pero todo lo que hacen los policías es mofarse de él, preguntarle por qué él, por ser chico, no querría acostarse con ella, que encima era mayor. Y decirle que no vale la pena poner una denuncia, que ningún juez, ni sus propios amigos lo creerían.
Él tiene 16 años y solo quería un carnaval normal. Él tiene 16 años y, por el hecho de ser chico, no podrá poner una denuncia. Él tiene 16 años y su vida ya nunca será la misma.
Ella tiene 19 y seguirá repitiendo sus actos hasta que se canse.
Elegí este vídeo porque lo vi publicado en Facebook por una amiga, que indignada, lo compartía. El vídeo está en inglés, pero las imágenes son universales. Debo decir, en primer lugar, que el vídeo no es recomendado para gente sensible, ya que las escenas presentadas son, como mínimo, chocantes, por ponerle una palabra. Y lo peor, son reales.
En el vídeo se empieza viendo como una madre le riñe a su hijo, leyendo lo que parece ser un informe escolar. Aparentemente el niño se ha portado mal, y la profesora o el profesor ha mandado una nota a casa. Sus crímenes? Pelearse con un compañero de clase sobre lápices de colores. LÁPICES DE COLORES. Y después mentir. No decirle a su madre lo que ha pasado por miedo a los castigos de ella. Hasta ahí una situación normal. ¿Quién nunca intentó ocultarle a sus padres algo que había hecho por miedo a un castigo? Yo incluida. Y, aún así, el niño llora desconsoladamente, mostrando claros signos de arrepentimiento, pidiéndole desesperadamente a su madre que lo perdone. Pero la madre parece realmente enfadada por la mentira del niño. Desproporcionalmente enfadada.
Y aquí es cuando todo se descontrola. Acto seguido la madre se lo lleva al baño y lo sienta en el lavabo. Y para castigarlo le llena la boca de salsa picante. Y le dice repetidas veces que no se lo trague, y que mientras le duele, piense en lo que ha hecho. Y pasados unos minutos, con el niño llorando todo este tiempo, ella, finalmente, se cansa y deja que el niño escupa la salsa. Analizando la escena, es todo un detalle el hecho de que la salsa picante ya esté convenientemente colocada en una estantería del baño. También es un detalle interesante analizar sus palabras "En MI casa no se miente", eso dice mucho. Pero no acaba aquí. La madre sigue preguntándole si sabe cuáles son las consecuencias de sus actos de ese día. Y el niño, aún llorando, asiente y dice: "Ducha fría".
Sí, sí. Ducha fría. Y lo siguiente que se ve es la cortina de la ducha cerrada, y la madre gritándole al niño, no estaría satisfecha aún. Y se escucha al niño gritar a pleno pulmón mientras corre el agua. Y la madre le dice: "Estás en la ducha porque has hecho malas elecciones, y cuando haces malas elecciones te toca ducha fría". Cuando llega a este punto del vídeo yo ya estoy llorando.
Llega el final del vídeo y la madre está sentada en el plató del famoso talk show americano "Dr. Phil", a punto de ser entrevistada, y el presentador informa a los espectadores de que el vídeo fue grabado por la hija mayor de esta señora.
Me quedé tan indignada que busqué la historia completa: resulta que la madre se llama Jessica Beagley, en el momento del vídeo (2011) vivía en Alaska, tenía 36 años y 6 hijos. Parece ser que fue ella misma la que envió el vídeo al programa de televisión. Después de su aparición en televisión, donde todo el público en el plató lloró y criticó su comportamiento, se empezó una investigación criminal por maltrato infantil. El niño tenía 7 años cuando esto pasó. Y, sorprendentemente, él y su hermano gemelo fueron adoptados por Jessica y su marido desde Rusia. Incluso en el resto de su entrevista, que no se ve en el vídeo, dice que los niños traían "comportamientos inusuales" y que antes los castigaba pegándoles o incluso haciéndolos saltar hasta el agotamiento. Fue condenada al año siguiente a tres años de libertad condicional. Lo que pasa con la custodia de los niños no se encuentra en internet. Y no sé si quiero saberlo.
Me salto todo el posible análisis freudiano sobre qué le ha pasado a esta mujer en la vida para que a sus 36 años esté haciéndole esto a su hijo. Pero resalto el hecho de que su hija grabó el vídeo y ella misma lo mandó a la televisión. No sé si esperaba que le pidieran que escribiera un libro sobre buenos e innovadores castigos y que le dieran a ella un programa a lo "Supernanny". Me salto incluso el hecho de las consecuencias físicas que puede tener el niño, no solo por la salsa picante, sino también por la ducha fría (aparte de los riesgos de constipados y pulmonías), sobre la que leí (aunque no tengo autoridad para afirmar que es verdad) que, durante una ducha helada los pulmones se encogen, y que si el niño llora y grita mientras esto pasa, el shock del sistema nervioso es enorme. Me salto el hecho de que en el vídeo se le ve que no está nunca satisfecha con el sufrimiento de su hijo. Pero resalto el hecho de que en el programa (en otros vídeos que he visto), ella pone una expresión consternadoramente neutra y está preocupantemente de acuerdo con todas las críticas que se le hace (muchas de ellas diciendo que ella no debería tener la custodia de ningún niño).
Me indigna el hecho de que alguien así esté al cargo de 6 niños. Pero sobre todo me indigna el hecho que se sirva de la excusa de que los niños adoptados "venían con comportamientos inusuales". Esa frase está mal en todos los sentidos. Primero, porque parece que habla de ellos como mercancía, como un encargo que llega defectuoso pero que no se puede devolver. Segundo, porque es universalmente conocido que los niños adoptados suelen traer comportamientos diferentes, ya sea por haber sido criados en el sistema o por haber estado en familias de acogida diferentes o simplemente porque se tienen que acostumbrar a hábitos diferentes cuando llegan a las familias adoptivas, y más si son extranjeros. Y por último, y para mí más importante, porque para adoptar hay, o debería haber, una serie de controles, para que el sistema se asegure de que los niños van a casas seguras y estables. Y sin embargo pasa esto.
No soy madre, y no he estado en su situación, pero considero que no hay excusa que justifique este comportamiento. Y aquí entra la figura de la educación social. Para que, en estos casos, por lo menos mientras la madre está en libertad condicional, tenga acceso a educarse. A educarse en control de ira, a educarse en cómo educar a sus hijos. A educarse como madre, pero sobre todo como ser humano.
Te escribo esta carta de amor, pero no para hoy. Probablemente no será ni para mañana, ni pasado mañana, a lo mejor no será ni el mes que viene. Pero será. Así que guárdala, y léela siempre que necesites, porque solo tú sabes cuánto necesitarás esto algún día.
Habrá días malos, en los que podrás leer esto. Días en los que no puedas enfrentar el mundo, días en los que no podrás ni enfrentar el suelo de tu cuarto, y no saldrás de la cama ni encenderás las luces. Y no pasa nada. Habrá días en los que discutas con los que más quieres, solo para arreglarlo enseguida. Habrá días en los que quieras estar en otro sitio, habrá días en los que vivas en otro sitio, días en los que no quieras vivir en ningún sitio. Y no pasa nada.
No te voy a mentir, te harán daño. Y harás daño. Y, más grave aún, te harás daño a ti misma, y ambas sabemos que es el peor daño que existe.
Y habrá días en los que vas a sentir que diste tu mejor y no fue suficiente, y días en los que quieras pegarle un puño a la pared. Por favor no lo hagas, que quiero que nos devuelvan la fianza.
Habrá días en los que te preguntarás el por qué de todo, y todos los porqués. Habrá días en los que no habrá nadie con quien hablar, y días en los que no querrás hablar con nadie. Pero, tranquila, todo se resolverá. No todos son tus problemas ni todos tus problemas los tienes que resolver tú.
Pero es que para cada día que llores habrá un dos días de sonrisas. Para cada día que no puedas ni levantarte de la cama habrá una tarde de cervezas en alguna terraza. Para cada vez que te sientas sola habrá dos, tres, o cuatro abrazos, te lo prometo. Te prometo que habrá momentos en los que llores de alegría, momentos tan grandes y completos en los que pensarás que vale la pena. Y lo vale.
Así que sí, guárdala, y léela siempre que necesites, porque solo tú sabes cuánto necesitarás esto algún día. Y esos días llora, y enfádate, y grita: tienes derecho a ello. Pero cuando no lo necesites sal, viaja, ríe, sonríe,canta, baila, quédate hasta tarde, comete errores, comete locuras, cumple sueños.
Y sí, voy a decirlo por primera vez: futura yo, te quiero.
Mi nombre es Mariana Couto, tengo 20 años y actualmente resido en Cáceres. Estudio el primer año de Educación Social.
Soy portuguesa, y viví en Portugal hasta los 10 años, que me mudé a Badajoz con mi familia. Mis fines de semana los reparto entre Cáceres, Badajoz (donde está mi madre) y Lisboa (donde está mi padre).
El título, "Focus, rest and do your best", lo descubrí por casualidad en estas navidades, y casi sin querer se volvió mi mantra a la hora de estudiar y de encarar mi vida.
