miércoles, 15 de febrero de 2017

El fino límite entre un castigo duro y el maltrato infantil.


Elegí este vídeo porque lo vi publicado en Facebook por una amiga, que indignada, lo compartía. El vídeo está en inglés, pero las imágenes son universales. Debo decir, en primer lugar, que el vídeo no es recomendado para gente sensible, ya que las escenas presentadas son, como mínimo, chocantes, por ponerle una palabra. Y lo peor, son reales.
En el vídeo se empieza viendo como una madre le riñe a su hijo, leyendo lo que parece ser un informe escolar. Aparentemente el niño se ha portado mal, y la profesora o el profesor ha mandado una nota a casa. Sus crímenes? Pelearse con un compañero de clase sobre lápices de colores. LÁPICES DE COLORES. Y después mentir. No decirle a su madre lo que ha pasado por miedo a los castigos de ella. Hasta ahí una situación normal. ¿Quién nunca intentó ocultarle a sus padres algo que había hecho por miedo a un castigo? Yo incluida. Y, aún así, el niño llora desconsoladamente, mostrando claros signos de arrepentimiento, pidiéndole desesperadamente a su madre que lo perdone. Pero la madre parece realmente enfadada por la mentira del niño. Desproporcionalmente enfadada.

Y aquí es cuando todo se descontrola. Acto seguido la madre se lo lleva al baño y lo sienta en el lavabo. Y para castigarlo le llena la boca de salsa picante. Y le dice repetidas veces que no se lo trague, y que mientras le duele, piense en lo que ha hecho. Y pasados unos minutos, con el niño llorando todo este tiempo, ella, finalmente, se cansa y deja que el niño escupa la salsa. Analizando la escena, es todo un detalle el hecho de que la salsa picante ya esté convenientemente colocada en una estantería del baño. También es un detalle interesante analizar sus palabras "En MI casa no se miente", eso dice mucho.  Pero no acaba aquí. La madre sigue preguntándole si sabe cuáles son las consecuencias de sus actos de ese día. Y el niño, aún llorando, asiente y dice: "Ducha fría".

Sí, sí. Ducha fría. Y lo siguiente que se ve es la cortina de la ducha cerrada, y la madre gritándole al niño, no estaría satisfecha aún. Y se escucha al niño gritar a pleno pulmón mientras corre el agua. Y la madre le dice: "Estás en la ducha porque has hecho malas elecciones, y cuando haces malas elecciones te toca ducha fría". Cuando llega a este punto del vídeo yo ya estoy llorando.
Llega el final del vídeo y la madre está sentada en el plató del famoso talk show americano "Dr. Phil", a punto de ser entrevistada, y el presentador informa a los espectadores de que el vídeo fue grabado por la hija mayor de esta señora.

Me quedé tan indignada que busqué la historia completa: resulta que la madre se llama Jessica Beagley, en el momento del vídeo (2011) vivía en Alaska, tenía 36 años y 6 hijos. Parece ser que fue ella misma la que envió el vídeo al programa de televisión. Después de su aparición en televisión, donde todo el público en el plató lloró y criticó su comportamiento, se empezó una investigación criminal por maltrato infantil. El niño tenía 7 años cuando esto pasó. Y, sorprendentemente, él y su hermano gemelo fueron adoptados por Jessica y su marido desde Rusia. Incluso en el resto de su entrevista, que no se ve en el vídeo, dice que los niños traían "comportamientos inusuales" y que antes los castigaba pegándoles o incluso haciéndolos saltar hasta el agotamiento. Fue condenada al año siguiente a tres años de libertad condicional. Lo que pasa con la custodia de los niños no se encuentra en internet. Y no sé si quiero saberlo.

Me salto todo el posible análisis freudiano sobre qué le ha pasado a esta mujer en la vida para que a sus 36 años esté haciéndole esto a su hijo. Pero resalto el hecho de que su hija grabó el vídeo y ella misma lo mandó a la televisión. No sé si esperaba que le pidieran que escribiera un libro sobre buenos e innovadores castigos y que le dieran a ella un programa a lo "Supernanny". Me salto incluso el hecho de las consecuencias físicas que puede tener el niño, no solo por la salsa picante, sino también por la ducha fría (aparte de los riesgos de constipados y pulmonías), sobre la que leí (aunque no tengo autoridad para afirmar que es verdad) que, durante una ducha helada los pulmones se encogen, y que si el niño llora y grita mientras esto pasa, el shock del sistema nervioso es enorme. Me salto el hecho de que en el vídeo se le ve que no está nunca satisfecha con el sufrimiento de su hijo. Pero resalto el hecho de que en el programa (en otros vídeos que he visto), ella pone una expresión consternadoramente neutra y está preocupantemente de acuerdo con todas las críticas que se le hace (muchas de ellas diciendo que ella no debería tener la custodia de ningún niño).

Me indigna el hecho de que alguien así esté al cargo de 6 niños. Pero sobre todo me indigna el hecho que se sirva de la excusa de que los niños adoptados "venían con comportamientos inusuales". Esa frase está mal en todos los sentidos. Primero, porque parece que habla de ellos como mercancía, como un encargo que llega defectuoso pero que no se puede devolver. Segundo, porque es universalmente conocido que los niños adoptados suelen traer comportamientos diferentes, ya sea por haber sido criados en el sistema o por haber estado en familias de acogida diferentes o simplemente porque se tienen que acostumbrar a hábitos diferentes cuando llegan a las familias adoptivas, y más si son extranjeros. Y por último, y para mí más importante, porque para adoptar hay, o debería haber, una serie de controles, para que el sistema se asegure de que los niños van a casas seguras y estables. Y sin embargo pasa esto.
No soy madre, y no he estado en su situación, pero considero que no hay excusa que justifique este comportamiento. Y aquí entra la figura de la educación social. Para que, en estos casos, por lo menos mientras la madre está en libertad condicional, tenga acceso a educarse. A educarse en control de ira, a educarse en cómo educar a sus hijos. A educarse como madre, pero sobre todo como ser humano.





2 comentarios:

  1. Estoy absolutamente de acuerdo con todo lo que dices. En primer lugar, no hace falta ser madre para saber que castigos son tolerables y cuales se sitúan en la ilegalidad. Por otra parte, me parece indignante que cualquier programa de televisión acceda a entrevistar en este caso a esta madre.

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    1. Estoy de acuerdo contigo, pero sí que es verdad que gracias al programa y a la exposición nacional que tuvo, la denunciaron. Para mí lo peor es el hecho de que dejaran que esa mujer adoptara niños.

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